Para quienes se pregunten, como nosotros, cómo es posible que un bien de dominio y uso público como nuestra plaza de España haya sido enajenado a título de aportación a una sociedad privada, luego hipotecada a favor de Caja Madrid (Bankia), y después embargada por los juzgados 2 y 6 de Coslada si, como prescriben tantas y tan importantes leyes, no puede ser ni una cosa ni la otra, les sugerimos que sigan esta y las sucesivas entradas. He aquí por qué suceden estas cosas en nuestro sofisticado mundo actual, y cómo es posible que hayan intervenido al menos tres fedatarios públicos, y ninguno lo haya advertido. ¿Por qué será?
El secretario general municipal es el fedatario público que da fe de los actos y acuerdos municipales. Siguiendo instrucciones de sus superiores (se supone que del señor alcalde), le piden que expida el certificado de arriba, que tiene por finalidad la de inmatricular la plaza de España. Dicho certificado se hace a la vista del inventario público de infraestructuras, realizado, a lo que parece, hacia el año 2001. Obsérvese que en dicho certificado se dice que el inmueble (la plaza de España) es de USO PÚBLICO. De la misma forma, ha de ser observado que se dice también que dicho inmueble "está libre de cargas y gravámenes". Por último, la fecha del certificado: 8 de julio de 2008, es decir, un día antes de la constitución de la sociedad mixta ante el señor notario (otro fedatario público).
El certificado es firmado por el entonces secretario municipal D. IGNACIO ROJO FERNÁNDEZ - MATINOT, y con el visto bueno del señor Alcalde. No puede alegar nuestro Alcalde que desconociera que la plaza de España era de uso público (aunque todo es posible), pues su firma aparece bien clara en un acertificado del señor secretario que así lo aseguraba un día antes de enajenarla a la sociedad mercantil privada.
Sin embargo, y a pesar de lo que se certifica, del propio Inventario municipal de infraestructuras se desprende que la finca tiene varios gravámenes, ya que por ella pasan importantes infraestructuras: una red de alcantarillado, 9 pozos de registro, una red de agua con varias bocas, 96 árboles, 45 bancos de madera, 2 fuentes públicas, 8 pozos de registro, 15 bocas de riego, etc. Y, naturalmente, toda la pavimentación con sus losetas. Es decir, que sobre la plaza de España había toda una serie de servidumbres (gravámenes) que sin embargo se ignoran luego tanto en la escritura notarial como en las inscripciones registrales. El importe económico de la valoración no actualizada del inventario municipal (está en pesetas), es de 23.586.769. Cuando el señor alcalde aportó la plaza de España al capital social de la sociedad mixta privada PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL, al día siguiente de la expedición de este certificado, también lo hizo de todas las infraestructuras que se citan y que figuraban en el inventario municipal. Desde aquella fecha lo hacían en el capital social de la empresa mixta privada. Aunque, naturalmente, después desaparecieron sepultadas por toda esta burocracia, ya que ningún fedatario público dejó constancia en los solemnes documentos que firmaron a su vista.
Y también fue levantado un plano por los servicios topográficos municipales en las mismas fechas (julio de 2008) para que ilustrara el inmueble que se iba a enajenar. La suerte de la plaza de España estaba echada.
La fe pública notarial o registral (y por supuesto también la que está encomendada a los secretarios municipales) es vital para la seguridad jurídica del tráfico civil o mercantil. La cuestión es: ¿cómo es posible sin embargo que esa fe pública haya sido tan fácilmente burlada en este caso y en nuestro municipio?. Pues veremos el porqué.
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