¿CONTABILIDAD PÚBLICA O ESOTERISMO PARA INICIADOS?
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El pasado día 15 de los corrientes se celebró un pleno importante por cuanto que en él se trató nada menos que la aprobación de la Cuenta General de 2019, un Plan de ajuste del gasto apenas dos meses después de aprobar los Presupuestos 2020, la petición al Ministerio de Hacienda para acogerse al Fondo de Ordenación con objeto de pedir un préstamo a diez años, así como la dación de cuenta de la liquidación del presupuesto de 2019 firmado por el alcalde. La sesión se celebró a la inhabitual hora de las 10:30 horas de la mañana y todos los asuntos tratados eran del Área de Hacienda.
Aun a riesgo de reiterar lo denunciado en otras entradas anteriores respecto de las nada fiables cuentas municipales, vamos a tratar de justificar y explicar con documentos y comentarios lo más precisos posibles el porqué hemos dejado ya de comparecer con alegaciones relacionadas con las cuentas públicas municipales, por la tozudez inmovilista de una burocracia inasequible al desaliento que es la que realmente gobierna en nuestro Ayuntamiento. Y en su lugar hemos decidido poner todo este pandemonium contable en conocimiento del Tribunal de Cuentas cuya denuncia ya estamos terminando.
Veamos pues.
En la foto de arriba el señor Interventor General Municipal explicando a los corporativos la razón por la que no incluyen a la mercantil PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL, actualmente en concurso y en liquidación, en el perímetro de consolidación de las cuentas municipales. Y es que, al parecer, han intercambiado correos electrónicos con el Ministerio de Hacienda quien les ha indicado que, aunque se trata de una empresa clasificada como un ente público por el propio Ministerio, sin embargo dada su situación de liquidación no debe formar parte del perímetro de consolidación contable.
Lo cual ha sido acogido con alborozo por el equipo de gobierno y el staff del Área de Hacienda, pues ello les exime de llevar a la contabilidad municipal nada relacionado con esta mercantil a pesar de la evidencia de que por causa de su calamitosa gestión, el Ayuntamiento tiene que hacer frente a un formidable agujero económico jamás sucedido desde su fundación en el año 1835. Y ello sin perder de vista que el objeto de esta sesión era precisamente pedir un préstamo de 12 millones de euros a la propia Hacienda para pagar un nuevo grupo de sentencias firmes en recursos promovidos por los socios privados de dicha mercantil contra el Ayuntamiento, como una parte de las más de cincuenta reclamaciones ya falladas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y en ejecución.
He aquí un cuadro de los diferentes recursos ganados al Ayuntamiento por los socios privados de la sociedad mixta con fallos judiciales ya firmes y en procedimiento de ejecución de sentencia por importe de 25 millones, de los cuales 13 millones fueron pagados en enero y ahora pretenden pedir un préstamo para pagar los 12 millones restantes.
Este equipo de gobierno, en el escaso año que lleva gobernando, va a terminar pagando tremendos importes derivados del agujero económico consecuencia de la sociedad mixta por importes cercanos a los 40 millones de euros. Agujero económico del que nadie se hace responsable sin embargo.
Y aunque esta sociedad no forme parte del perímetro de consolidación de la contabilidad municipal, he aquí dos muestras de su incidencia en las cuentas públicas. Por una parte se reconoce que se trata de una empresa pública (documento de arriba), y por otra incluso se reconoce una inversión por importe de 11,6 millones de euros en dicha sociedad (documento de abajo). Sin embargo, este importe no aparece en ninguno de los balances de las cuentas municipales. Así, como suena.
Hay que formular en cualquier caso a la explicación dada por el señor Interventor para la exclusión de la sociedad mixta del perímetro de consolidación dos reparos al menos: i) porque es impensable que lo que viene ocurriendo en la sociedad concursada no le va a suponer incidencia alguna en las cuentas municipales. Y ii), porque el perímetro de consolidación respecto de las sociedades en las que participa el Ayuntamiento, lo puede fijar el pleno municipal y solo el pleno municipal sin que sea necesario pedir permiso a nadie, más allá de las obligadas legalmente.
Esta táctica del avestruz consistente en ignorar lo que pasa con esta sociedad y sus incontables deudas, y las implicaciones que su situación tiene sobre la situación financiera y patrimonial municipal es, además de dudosa legalidad, una verdadera temeridad.
Vamos pues a tratar de ir desmontando poco a poco y pacientemente algunos controvertidos asientos de la contabilidad municipal, no pocas graves omisiones que se vienen repitiendo desde 2009, así como otras cuestiones relacionadas, mediante comentarios a varios de los documentos manejados por el equipo de gobierno tanto para los Presupuestos 2020 como para la Cuenta General de 2019 porque no tienen desperdicio. Y porque, a pesar de ser un tema muy árido, muy poca gente lo conoce o domina, razón por la cual abusan de este estado de cosas porque nadie se las discute y menos que nadie la oposición que para eso debería de estar.
No obstante lo cual, se trata del dinero de todos los contribuyentes y su uso y destino al que apenas nadie presta atención porque no lo entienden bien. Tratamos pues aquí de, al mismo tiempo de denunciar estos abusos u omisiones graves, divulgar también entre la gente algunas de estas cuestiones que incomprensiblemente se vienen repitiendo en las sucesivas presentaciones de la contabilidad pública municipal, sin que por lo demás, pase el equipo de gobierno que pase, haga nadie nada por corregirlas porque se lucha contra esa burocracia inexpugnable tras la que se parapetan uno y otro equipo gubernamental.
LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITÁN
(LA LIQUIDACIÓN DEL PRESUPUESTOS DE 2019)
La Liquidación del Presupuesto de 2019 firmada por el alcalde Corpa y de la que se dio cuenta en el pleno extraordinario de 15 del corriente, presenta el balance reproducido en el cuadro que puede verse más arriba.
Así, sabemos que los gastos durante el ejercicio de 2019 fueron de 48 millones de euros, mientras que los ingresos fueron de 37 millones de euros porque solo se ejecutó en un 64 % de sus previsiones. Así pues, el resultado de este ejercicio 2019 presenta un déficit de - 10,4 millones de euros.
Hay que decir que la liquidación del presupuesto la debe firmar el alcalde antes del 1 de marzo del ejercicio siguiente al cierre del 31 de diciembre, y que estos resultados ya se conocían porque es obligada su inclusión en los Presupuestos de 2020 aprobados el 31 de julio pasado. Si bien en estos Presupuestos, cuya confección real se hizo entre el mes de marzo y abril, no aparece la liquidación firmada por el alcalde sino un avance de liquidación obtenida en noviembre de 2019 (ver documento de arriba). O sea, ni siquiera incorporaron a los Presupuestos la liquidación de 2019 sino un avance cerrado a noviembre del mismo año como puede verse en el documento de arriba. Lo cual indica el rigor con que confeccionaron los Presupuestos 2020.
Asimismo, es posible ver que al cierre del ejercicio al 31 de diciembre de 2019 había un total de obligaciones reconocidas pendientes de aplicar a presupuestos de nada menos que 12,4 millones de euros. Esto es lo que llaman "facturas en el cajón". Es decir, obligaciones económicas contraídas por el Ayuntamiento pero sin consignación presupuestaria alguna.
De la liquidación del Presupuesto de 2019 se extrae también como colofón, que hubo un exceso de previsión de ingresos por nada menos que 20 millones de euros, y que ni siquiera se cubrió la previsión inicial que se correspondía con la de 2016 por tratarse de unos presupuestos prorrogados. Es decir, los ingresos reales de este ejercicio ni siquiera alcanzó las previsiones de 2016. Y con estos antecedentes en los Presupuestos de 2020 han incrementado las previsiones de ingresos hasta 42 millones de euros tramitados en pleno estado de alarma y con la actividad económica suspendida o paralizada al menos durante cuatro largos meses.
La liquidación también pone de manifiesto que el Ayuntamiento viene recibiendo ingresos de una serie de entidades para financiación de redes generales (por ejemplo) de los diferentes sectores de suelo sectorizado del polígono industrial, que sin embargo responden a obligaciones de gasto que no contabilizan y que ni siquiera tienen consignadas como obligaciones en ese mismo ejercicio. Lo cual, evidentemente, distorsiona los resultados del propio Presupuesto por esa razón. Es decir, durante el año 2019 recibieron ingresos por importe de casi un millón de euros que responden a obligaciones económicas contraídas para la ejecución de redes generales, pero cuya obligación reconocida será consignada en presupuestos futuros. Algo que sin embargo nunca ha sucedido, acumulándose así obligaciones económicas reconocidas y exigibles que no figuran en epígrafe alguno de los Presupuestos.
Esta técnica de ignorar y aplazar obligaciones que vienen de convenios firmados sobre todo en el año 2004, y tras los cuales el Ayuntamiento ha recibido millonarios ingresos (cerca de 20 millones de euros desde entonces) y que han sido desviados bien a gasto corriente bien a financiar dotaciones que ni siquiera están previstas en el PGOU, anticipa un agujero económico oculto que explicaremos más adelante.
Esto es como si alguien que tenga un negocio, recibe anticipos de clientes en pago de un bien o servicio a prestar y contabiliza solo esos ingresos pero no provisiona las obligaciones contraídas, con lo cual, naturalmente, la cuenta de resultados de ese negocio será siempre positivo hasta que estalle la verdad y se descubra el formidable agujero contable generado durante años aunque oculto. Así es como se viene haciendo en nuestro Ayuntamiento: ignorar obligaciones económicas contraídas hace muchos años para ejecutar redes generales (por poner un ejemplo) que sin embargo ni se han ejecutado ni se piensan ejecutar. Veremos esto con más detalle más adelante.
Sin embargo, a pesar del formidable desvío de los ingresos y de los propios gastos que presenta un déficit de -10 millones de euros en 2019, tras los "ajustes" correspondientes y mediante la aplicación de Remanentes de Tesorería positivos del ejercicio de 2018, se consiguió enmascarar y presentar el ejercicio de 2019 con nada menos que 7 millones de superávit.
Nótese que el casi millón de euros de ingresos afectados a inversiones en redes generales sirve también para aminorar el déficit del ejercicio, si bien como no se consigna la obligación u obligaciones económicas contraídas que financian estos ingresos (y de la que hablaremos luego), evidentemente el resultado es de pura magia contable: si contabilizo los ingresos pero no las deudas y las obligaciones contraídas, entonces obtengo resultados maravillosos. Así se viene engañando y autoengañando este Ayuntamiento ejercicio tras ejercicio. Puro esoterismo contable.
INGRESOS AFECTADOS PARA OBLIGACIONES FIRMADAS PERO NO RECONOCIDAS
(DESDE 2004 A 2020)
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EL AGUJERO ECONÓMICO OCULTO
Vamos a tratar de explicar como se ha generado un agujero económico en las cuentas municipales (al margen del ya conocido y escandaloso del caso plaza de España), simplemente contabilizando los ingresos afectados a la financiación de inversiones y proyectos, pero incumpliendo las obligaciones contraídas por el Ayuntamiento y, lo que es peor, ignorando y no provisionando ejercicio tras ejercicio esas obligaciones económicas contraídas y acumuladas.
Arriba podemos ver un informe firmado por el Director del Área de Urbanismo para los Presupuestos de 2020 que pone de manifiesto como engañan y se autoengañan. El informe solo tiene por objeto saber cuáles son los ingresos que desde el Área de Urbanismo se prevén para el año 2020, pero ignorando los gastos a los que esos ingresos están destinados desde hace mucho tiempo para su financiación.
Y en el cuadro de arriba puede verse cuántos ingresos ha percibido desde 2004 el Ayuntamiento por parte de las Juntas de Compensación de los diversos sectores de suelo programado, y que ascienden en este caso a nada menos que 10 millones de euros recaudados solo en concepto de "monetarización".
Y ¿qué es la "monetarización"? Pues simplemente la venta pura y dura del Patrimonio Municipal de Suelo a los propietarios de los diferentes sectores con los que se firmaron convenios en el año 2004. Convenios que, por cierto, no fueron sometidos a información pública. Se trata pues del 15 % de los aprovechamientos que el Ayuntamiento debía recibir por ese concepto, y que sin embargo se decidió vender a varias Juntas de Compensación anticipadamente. Y los propietarios encantados claro.
Estos ingresos que provienen como se dice de la enajenación pura y dura del Patrimonio Municipal de Suelo antes incluso de haberlo recibido (y que no se contabiliza porque ni siquiera hay inventario alguno), por su naturaleza, no pueden ser destinados a financiación de gasto corriente. Y sin embargo lo ha sido con gran profusión y a medida que han sido ingresados en la caja municipal. Asimismo, ha sido destinado también a financiar el Museo de la Ciudad, el SPA del polideportivo o el almacén municipal, todos ellos cerrados a cal y canto como se ha denunciado también aquí en varias ocasiones.
En el caso escandaloso del Museo de la Ciudad se trata de una dotación no prevista en el PGOU y por el que se debe nada menos que 4,6 millones de euros por sentencias judiciales. Una obligación pues reconocida y exigible pero que el Ayuntamiento (y sus Presupuestos) ignoran olímpicamente desde, al menos, el año 2014.
¿Entiende ustedes amables seguidores de este blog cómo se generan resultados y remanentes positivos ficticios en la contabilidad pública de nuestro Ayuntamiento? Es fácil, haciendo esoterismo contable: contabilizan los ingresos pero ignoran las obligaciones que esos ingresos conllevan aunque provengan de resoluciones judiciales firmes y por lo tanto exigibles desde hace varios años.
El cuadro de arriba evidencia también cómo el Ayuntamiento ha venido recibiendo ingresos de los diferentes sectores de suelo urbanizable, en aplicación de convenios firmados en el año 2004 y que financian o financiaban equipamientos y actuaciones públicas y de inversión. Y por lo tanto se trata de ingresos finalistas que han de ser destinados a un fin concreto pero que han sido desviados o destinados a financiar gasto corriente. En total y por este concepto, el Ayuntamiento ha recibido 5,4 millones de euros de las Juntas de Compensación de los diferentes sectores industriales.
Esos ingresos comprometidos por 7,8 millones y de los que el Ayuntamiento ya ha recibido (y gastado) 5,4, estaban destinados a la construcción del Centro de Participación Ciudadana de la plaza de Fernando VI en la antigua casa cuartel de la Guardia Civil que sin embargo es una dotación que tampoco aparece en el PGOU. De la misma forma, tenían ( tienen aun hoy día) por destino la rehabilitación de edificios históricos de la plaza de España (donde no se ha destinado ni un solo euro), así como la restauración de caminos históricos y la construcción de aparcamientos subterráneos que tampoco se han ejecutado.
Pero no se ha hecho absolutamente nada ni en una cosa ni en la otra. Todo el dinero recibido por este concepto excepto el edificio de la plaza Fernando VI, ha sido desviado para el pago de gasto corriente. Una vez más se evidencia que se contabilizan los ingresos pero no se consignan las obligaciones contraídas a pesar de que esos millones de ingresos tienen un carácter finalista. Así se vienen amañando los déficits que se ajustan luego y se presentan como remanentes positivos. Lo que no es sino un manifiesto engaño contable obtenido por el sencillo truco de ocultar e ignorar las obligaciones económicas contraídas, aplazándolas permanentemente y equipo de gobierno tras equipo de gobierno.
Igualmente sucede con los ingresos provenientes de las mismas Juntas de Compensación para la financiación de las redes generales (viaria fundamentalmente). El Ayuntamiento ha recibido al parecer por este concepto 2,4 millones de euros de un total de 5,7 comprometidos. Sin embargo no ha ejecutado ni una sola actuación por este concepto. ¿Adónde ha ido sin embargo ese dinero? Pues lo hemos visto antes: aplicado a "ajustar" el déficit de 2019. O lo que es lo mismo, a financiar gasto corriente.
Estos ingresos obtenidos de las Juntas de Compensación son finalistas y se hallan afectados como es natural a la ejecución de las redes de comunicación (sistemas generales) que se reflejan arriba. Sin embargo, como se dice, el Ayuntamiento, que ha recibido al menos 2,4 millones por este concepto no ha ejecutado ninguna de ellas. Es más, ahora viene a decir después de haber cobrado que algunas son inviables. Lo cual ha originado reclamaciones judiciales por parte de algunas de las Juntas de Compensación con fallos contrarios al Ayuntamiento.
Y, al igual que en los casos anteriores, se han contabilizado ingresos afectados a obligaciones económicas contraídas pero que se ignoran o no se provisionan. El resultado es el mismo: remanentes positivos ficticios porque solo se contabilizan los ingresos y no se consignan las obligaciones contraídas.
Como puede verse arriba, el Ayuntamiento tiene previsto "monetarizar" los aprovechamientos que le corresponden en concepto de cesiones obligatorias provenientes del Patrimonio Municipal de Suelo en los próximos tres años. Prevé ingresar por este concepto 3,1 millones de euros procedentes de tres unidades de ejecución. Es decir, el Ayuntamiento sigue dilapidando el Patrimonio Municipal de Suelo cuyos ingresos además no pueden ser destinados a financiar gasto corriente. Pero ya ha recibido por este concepto como puede verse en este cuadro y el anterior, 10,9 millones de euros procedentes fundamentalmente de los sectores de suelo urbanizable sectorizado.
El órgano informante dice que no es muy segura la información que maneja y se contiene en el cuadro de arriba por todos los conceptos y que faltan por ingresar, en razón de que podían haberse producido pagos (ingresos) cuya constancia se desconoce en el Área de Urbanismo. Es decir, ni siquiera están seguros de que no se hayan producido otros ingresos que no controlan.
No obstante se aventura a prever ingresos entre 2020 y 2030 por importe de 12 millones de euros nada menos. Y solo en 2020 ingresos por importe de 3,06 millones de euros provenientes sobre todo de la financiación de redes generales.
Y al igual que en los casos anteriores, he aquí como se "presupuestan" ingresos que si se producen, pasarán a engrosar los ajustes del previsible déficit y por lo tanto a financiar gasto corriente, pero que en absoluto se ha ejecutado una sola red exterior por parte del Ayuntamiento. Es pues muy sencillo porque se recurre al método expeditivo (y fraudulento) de ignorar las obligaciones económicas contraídas. Así es como se viene camuflando la cuenta de resultados en los balances de la contabilidad municipal año tras año.
Este tipo de informes en los que se pretende justificar los ingresos para los presupuestos respectivos desde el Área de urbanismo, se viene haciendo desde al menos el año 2015. Y es que en ellos se exponen una serie de ingresos afectados en casi todos los casos para actuaciones obligadas como contraprestación por parte del Ayuntamiento.
Sin embargo, el Ayuntamiento viene desviando y destinado esos ingresos en unos casos a financiar gastos corriente y en otros a ejecutar actuaciones que ni siquiera están previstas en el PGOU y que hoy llevan cerradas desde hace años. En cualquier caso, los informes responden como puede verse por este de arriba al cumplimiento de pagos por parte de las diferentes Juntas de Compensación en razón de las cantidades convenidas. Pero en absoluto se anotan las contraprestaciones adquiridas por el Ayuntamiento con sus obligaciones económicas correspondientes que esos convenios también contienen.
Es decir, ejercicio tras ejercicio y desde 2004, el Ayuntamiento ha venido percibiendo ingresos próximos a los veinte millones de euros que, en muy buena parte, habrían de haber financiado actuaciones municipales de nada menos que redes generales por poner un ejemplo, y que sin embargo han sido desviados para financiar otras cosas incluso gasto corriente. Sin que por lo demás haya una sola provisión de esas obligaciones contraídas y que algunas Juntas de Compensación se niegan a seguir pagando porque recurren a los tribunales con fallos favorables para ellos.
El TSJ de Madrid se ha pronunciado en el sentido de advertir al Ayuntamiento que antes de seguir exigiendo esas exacciones a las Juntas de Compensación, tiene la obligación de modificar el Programa de Actuación del PGOU. Algo que es pura lógica.
Sin embargo, ni modifican el Programa de Actuación del PGOU ni tampoco, como se ve, dejan de programar ingresos por este concepto que por otro lado nunca se producirán porque las Juntas de Compensación, unas están en concurso de acreedores y otras sencillamente se han cansado ya de pagar al comprobar que el Ayuntamiento no ejecuta esas actuaciones comprometidas por convenios que no cumple desde hace años. Y con esto de nuevo la trampa contable otra vez: programan ingresos pero ignoran las obligaciones económicas. Así se amañan los Remanentes presupuestarios desde hace varios años.
Una evidencia de cómo se presupuestan estos ingresos que, no hay que olvidarlo, casi todos financian actuaciones por esos mismos importes que el Ayuntamiento ni ha ejecutado ni tiene previsto hacerlo (no desde luego en los Presupuestos de 2020), pero tampoco provisiona a pesar de tratarse de voluminosas obligaciones económicas contraídas, puede verse en el cuadro de arriba correspondiente a un informe del Área de Urbanismo donde, entre 2016 y 2019 preveían ingresar 7,3 millones.
La mayor parte correspondientes a la financiación de redes generales (sistemas generales previstos en el Programa de Actuación del PGOU) que ha de ejecutar el Ayuntamiento y que, hasta la fecha, no ha ejecutado ninguna. Sin embargo, por el informe para el Presupuesto de 2020 se constata que, por ese concepto, solo se han ingresado 2,3 millones. Lo cual evidencia que ni siquiera se cumplieron esas previsiones de ingresos tampoco.
Ciertamente sobre este proceloso asunto ya vienen pronunciándose varios tribunales de justicia. Es hora de que lo haga el Tribunal de Cuentas y en ello estamos.
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PRÓXIMA ENTRADA: EL OTRO AGUJERO OCULTO (II)