De nuevo la Agencia Tributaria ha hecho pública la lista de grandes morosos con Hacienda. Y, de nuevo también, vemos con bochorno que aparece en este indecente listado la EMPRESA MUNICIPAL DE SUELO DE SAN FERNANDO DE HENARES SA, con una deuda tributaria pendiente de 973.405 euros.
Esta mercantil, totalmente municipal, lleva en liquidación desde más o menos el año 2015 en que entró en esa situación a resultas de la quiebra de la otra mercantil participada por el Ayuntamiento y tristemente célebre por el caso plaza de España, PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL.
La EMS, que había sido encargada por el Ayuntamiento de la ejecución de la promoción de Echeveste, comenzó en el año 2009 a tener graves problemas de liquidez a causa de desvíos de los precios y otras contingencias hasta el extremo de que, unas obras contratadas por 16 millones, acabaron costando realmente 26.
La entidad bancaria que financiaba dicha promoción, Ibercaja, exigió a los administradores de la EMS el ingreso inmediato de 3 millones de euros en el verano de 2009, bajo amenaza de dejar de atender los pagos a proveedores y constructoras.
Para hacer frente a esa falta de liquidez, los administradores de la EMS, que eran prácticamente los mimos que los de PESF, idearon el clásico enjuague de los promotores tramposos, mediante operaciones cruzadas con activos intraempresariales para salir del paso e impedir la amenaza de Ibercaja: comprar los veinte locales que la EMS tenía en la promoción de Echeveste por parte de PESF. Y así lo acordaron y lo ejecutaron en los siguientes meses.
La operación se cerró por 8 millones de euros, tres en efectivo y cinco millones más mediante la subrogación de la deuda hipotecaria. De forma tal que los administradores de PESF, con la aquiescencia además de Caja Madrid, dispusieron de 3 millones de los préstamos destinados a las obras de plaza de España para inyectar liquidez a la EMS, salvando así in extremis la amenaza de Ibercaja y con ello la promoción de Echeveste.
Sin embargo, Ibercaja se opuso a autorizar la subrogación de las hipotecas en favor de PESF, lo que provocó que no fuera sino hasta 2011 cuando, finalmente, hicieron aflorar la operación mediante su elevación a público del contrato de compraventa, lo que provocó lógicamente el afloramiento de las plusvalías negativas por impuestos y por la liquidación del IVA que demás entonces subió el tipo.
De forma que, de la noche a la mañana, lo que había sido una operación para salvar a la EMS se convirtió luego en una pesadilla, por cuanto que dada la situación luego de la insolvencia sobrevenida de PESF (ya se ha dicho que los administradores eran los mismos cargos públicos), fue la EMS la que hubo de hacerse cargo de la deuda tributaria en tanto que sustituta del principal obligado, PESF.
A la vista de la catástrofe hubo un intento final por parte de la EMS de llegar a un acuerdo con el administrador concursal de PESF para retroceder la operación, a la que no hizo ascos inicialmente. No obstante lo cual intervino Ibercaja de nuevo para protestar porque en el concurso no era sino una operación absolutamente incomprensible y hecha a sus espaldas, por cuanto que la entidad financiera protestó por ser víctima de una inaudita parte de la decisión judicial, ya que le habían dado el cambiazo de un deudor participado por el Ayuntamiento, por otro insolvente como era PESF pero sin contar con ella.
Esta situación puso en guardia al administrador concursal quien, ante el peligro de nulidad de lo actuado (incluso había una sentencia del Juez concursal de por medio), llegó a un oscuro e inexplicable acuerdo con Ibercaja para acabar adjudicando esos locales a una filial de la entidad financiera. Lo cual tuvo consecuencias desastrosas inmediatas para la EMS, pues se vio obligada a provisionar la deuda acreedora del concurso de casi siete millones y, en su consecuencia, a entrar en causa legal de disolución por cuanto que sus pérdidas superaban en siete veces su capital social.
He aquí pues cómo se encadenaron dos quiebras de las dos empresas provocadas por los mismos administradores casi todos ellos políticos. Es decir, la quiebra de PESF llevó como consecuencia la quiebra también de la EMS, de forma tal que, finalmente, quien tendrá que hacer frente a las pérdidas de ambas será el Ayuntamiento, obviamente. De momento, la Agencia Tributaria le está exigiendo al alcalde Corpa que el Ayuntamiento se haga cargo de la deuda tributaria de la EMS ya.
Les presentamos aquí al flamante comité liquidador actual de la EMS que, en realidad, no liquida nada. Es inaudito pero es así. Esta empresa municipal lleva en liquidación desde 2015 y por ella han pasado ya varios comités liquidadores compuestos en todos los casos por políticos. Y no solo no liquidan la sociedad que es para lo que se crean estos comités lógicamente, sino que tampoco rinden cuentas por cuanto que, según ellos, la situación de quiebra y liquidación les exime de ello. Alucinante.
Es muy dudoso que ninguno de los miembros del comité liquidador de la EMS, sea capaz de explicar siquiera someramente la verdadera situación de esta empresa municipal, que sin embargo sigue apareciendo en todas las listas negras de la Agencia Tributaria como una gran morosa.
Y este de arriba es un simulacro de Presupuesto de la sociedad para 2021 dado que consolida con los Presupuestos municipales.
Es insólito, pero esta empresa en liquidación sin prácticamente actividad tiene gastos de personal presupuestados por importe de 50.000 euros, y las ventas de sus activos (que nadie sabe contar cuáles son y en qué consisten), son aplicados en unos casos a pagar los salarios de su personal y en otros para las indemnizaciones de las rescisiones de sus contratos.
Cinco concejales forman parte de un comité liquidador para una empresa que tiene empleados en los que gasta 50.000 euros, que mantiene una deuda tributaria de casi un millón de euros, y por la que ahora la Agencia Tributaria le exige perentoriamente al Ayuntamiento que haga frente a ella liquide la deuda sin más dilación.
MÁS CONDENAS MILLONARIAS AL AYUNTAMIENTO POR PARTE DE LOS JUZGADOS
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EL BOCHORNOSO CASO DEL MUSEO DE LA CIUDAD
Así nos vendían la dotación del Museo de la Ciudad en la revista municipal de La Calle de la Libertad en los felices años de coalición de IU y PSOE (2007 - 2011). Un proyecto adscrito al Área de Cultura de la que, oh casualidad, era titular y responsable el actual alcalde CORPA.
El edificio del Museo de la Ciudad (una dotación pública municipal) está totalmente terminado como puede apreciarse por la foto de arriba, pero le falta un "pequeño" detalle: no está pagado. E incluso fue oficiosamente inaugurado mediante jornadas de puertas abiertas en plena campaña electoral de 2011. Pero está cerrado y retenido por la empresa constructora desde aquellas fechas por esa razón. Es decir, lleva así más de diez años. Se dice pronto.
Sin embargo, una muy reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid condena al Ayuntamiento a abonar las certificaciones que quedan pendientes y que ascienden a 1.063.000 euros. Más las costas y los intereses legales, claro. A lo que, además, hay que unir otra Sentencia firme también del Juzgado concursal que condenó al Ayuntamiento al pago a la masa concursal de 2,5 millones de euros y que, a día de la fecha, no ha liquidado aún tampoco.
Es sabido que los programas electorales como el papel que son lo aguantan todo y, en la versión de los políticos mas cínicos, se hacen para no cumplirlos. Y, en muchos casos, no son otra cosa que un burdo reclamo electoral con el que enganchar al votante más crédulo del que luego, una vez elegidos, se olvidan para repetir la misma monserga al siguiente. Siempre pasa igual.
Aquí arriba tenemos un ejemplo en el programa electoral de Ciudadanos en las elecciones municipales de 2019 que, como es sabido, forma parte del equipo de gobierno actual junto con el PSOE del alcalde CORPA.
Los de Ciudadanos, utilizando el dinámico y repetitivo vocablo de "vamos", nos ofrecían la recuperación del edificio del Museo de la Ciudad para incluso convertirlo en un centro de interpretación de la ciudad y en reclamo turístico incluso.
Hoy, a poco más de un año de las próximas elecciones, ni hay tal recuperación del edificio, ni hay centro de interpretación, ni tampoco hay turistas por lado alguno. Simplemente, los señores de Ciudadanos ignoraban la cuestión principal: este edificio no está pagado y por lo tanto, antes de hacer ofertas electorales imprudentes como esta, convendría algo más de seriedad y rigor como es decir cómo lo van a pagar porque el edificio lleva terminado desde 2011.
Y eso sí, sigue siendo una obra y una dotación pública municipal y teniendo el Ayuntamiento comprometido esas obligaciones económicas contraídas desde el año 2009, e incluso, lo que es más insólito, teniendo realizados ingresos por importes ya entregados al Ayuntamiento por parte de las Juntas de Compensación que finalmente eran quienes lo financiaban. Por lo que lo que hay que preguntarse es, lógicamente: ¿adónde han ido a parar esos ingresos afectados al pago de las certificaciones del Museo de la Ciudad, si resulta que aún se deben entre unas cosas y otras más de 3,5 millones de euros por esta obra?
ESCANDALOSOS SOBRECOSTES DEL MUSEO DE LA CIUDAD POR CAUSA DE UNA GESTIÓN POLÍTICA NEGLIGENTE Y CULPABLE
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Arriba, estimado seguidor de este blog, le ofrecemos una cuadro estimativo de los costes y sobrecostes en que ha incurrido la ejecución del Museo de la Ciudad, por causa de unas lamentables decisiones políticas de las que, por cierto, ahora no se hace cargo ningún político (ya se ha dicho que esta obra estaba adscrita al Área de Cultura de la que era su responsable entonces el actual alcalde CORPA). Y que le van a costar al sufrido bolsillo de los contribuyentes la friolera de más de dos millones de euros en sobrecostes.
El cuadro de arriba expone los costes en los que se ha incurrido por encomendar esta obra a la mercantil PESF, y que, entre unas cosas y otras, se cifra en un coste final de 5,4 millones de euros sin los intereses legales de las sentencias ya firmes que han condenado al Ayuntamiento.
De este importe, quedan por pagar por parte del Ayuntamiento como se ha dicho 3,5 millones de euros sin los intereses legales y las costas a los que ha sido condenado también. Sin que, por lo demás, el Ayuntamiento tenga provisionado importe alguno en los Presupuestos 2021 que aprobó en septiembre pasado.
Y en la parte de abajo del cuadro se expone el importe de lo que le habría costado al Ayuntamiento, si la ejecución de la obra la hubiera contratado directamente él y que se estima en 3,6 millones de euros.
Es decir, aun sin contabilizar los intereses legales cifrados cada año en casi 60.000 euros del ala, el sobrecoste que ya acumula esta obra municipal ejecutada por PESF, asciende a nada menos que 1,8 millones de euros que, obviamente pagaremos todos los contribuyentes. Sin que nadie, ningún político, se haga cargo de este lamentable caso de incompetencia política. Porque, obviamente, ninguno de ellos se hará cargo de ese sobrecoste. Al contrario, ellos van a cobrar o han cobrado ya sus salarios por este palmario ejemplo de incompetencia política en la gestión municipal.
Mientras tanto, la Corporación y singularmente el equipo de gobierno y la ciudadanía que permanece ignorante de estas cuestiones porque nadie se las cuenta, se van alegremente de cabalgata y demás saraos porque es de lo que se trata: que viva la fiesta y el circo mientras el personal permanece ajeno a la cruda realidad en que nos encontramos. Y que no es otra que este Ayuntamiento es una pura ruina económica por nefastas e incluso delictivas decisiones políticas. Pero cuyos costes económicos se repercutirán inapelablemente en los bolsillos de los contribuyentes, sin que éstos tengan mucho interés tampoco en enterarse de cómo le meten la mano en el bolsillo para pagar estos y otros desmanes políticos. De los que continuaremos hablando y denunciando en próximas entregas.