DOS HOMBRES Y UN DESTINO
D. RAFAEL ONIEVA, polifacético y extravangante a juzgar por su autobiografía. Además de sus actividades industriales, inmobiliarias y turísticas, dice haber sido empresario taurino con plaza propia, promotor de boxeo, anticuario, patrocinador de premios de motociclismo, y director de una rara empresa a la que denomina A.T.E. (Asesoramiento Técnico Económico), y a través de la cual asesoraba exclusivamente a "señoras en trámite de separación" (página 242 de su autobiografía). Luego tuvo varios desenagaños con sus "clientas". Aquí lo vemos junto al ex Presidente de Colombia, con el Marqués de Lozoya, y el entonces Embajador en Colombia y luego Ministro de Información Y Turismo. Todo un personaje.
D. ANTONIO GUIRAL, mientras tanto, seguía ampliando la base de su negocio de transportes abriendo instalaciones y campas en varias ciudades. También tenía otra pasión: los caballos con cuadra propia. Desconocemos no obstante el fin de sus inversiones en Argentina.
El Sr. ALÓS era perfecto conocedor de la necesidad de que la actividad que se pretendía instalar en SUELO NO URBANIZABLE, requería la autorización de la Comunidad de Madrid. Así se lo habían hecho saber los Servicios Técnicos del Área de Urbanismo tal y como se recoge en este escrito. Sin embargo, tras varias conversaciones mantenidas con los responsables políticos, ese trámite preceptivo se omitió. Las licencias fueron declaradas nulas luego por esta omisión.
Al igual que el Perito Industrial, el Arquitecto Municipal también se oponía a autorizar estas instalaciones por ir contra el PGOU. Hasta tres veces denunció la situación, y el otorgamiento de dichas licencias mediante simples actos comunicados. Le fueron retirados los expedientes y conminado a entregarlos. Él, no obstante, antes de abandonar el Ayuntamiento, quiso dejar constancia del atropello. Las licencias no fueron concedidas antes del 31 de enero de 1988, pero sí el mismísimo día 31 de julio de 1989. Alguien había conseguido una prórroga.
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Todas las licencias concedidas a TRADISA fueron declaradas nulas por los tribunales. No obstante, entre 1996 y 2006, estuvo funcionando con una simple licencia "provisional" ilegal. Fue necesario esperar nueve largos años, se dice pronto, para obtener la sentencia que anulaba esta licencia "provisional". Una de las causas del retraso fue debido a que el Ayuntamiento "no encontraba el expediente". Tardaron cerca de tres años en enviarlo a Tribunal. Trataban de ganar tiempo porque pronto iniciaron la revisión del PGOU, y con él pretendían "enterrar" definitivamente este enojoso asunto. Una gravísima infracción urbanística perpetrada con licencia municipal. Hoy pretenden poner punto final a este atropello a la legalidad, mediante la tramitación del Plan Parcial y demás instrumentos. No lo conseguirán facilmente.
Mientras tanto, la ambulancia "regalada" por TRADISA seguía paseándose por las calles de San Fernando.
(continuará)
(continuará)
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