lunes, 22 de marzo de 2010

TRADISA, OTRA VERGÜENZA (V)



El Sr. Onieva se sentía perseguido por los Alcaldes de Torrejón, San Fernando, Loeches...También por los bancos. Eso dice en su autobiografía, claro. Por ello acabó en la Marbella de Jesús Gil, fascinado, como otros muchos promotores, por las "nuevas formas de hacer política" del que luego resultó alcalde inhabilitado con previo paso por la cárcel. Caos, ilegalidades urbanísticas y corrupción sin límite ya conocidos se sucedieron luego.


En el norte de Argentina hay una provincia del mismo nombre que su capital: SALTA. La ciudad tiene un bien conservado centro histórico. En el desenlace de esta peripecia esta provincia argentina tuvo su protagonismo.



En la provincia de SALTA, en el departamento de ANTA, hay una ciudad que se llama EL QUEBRACHAL. Inmensos montes de quebrachos y grandes extensiones de explotaciones ganaderas. El presidente de TRADISA, D. ANTONIO GUIRAL GUARGA, tenía allí por aquellas fechas una formidable finca que explotaba desde la distancia.



El PGOU de San Fernando fue aprobado definitivamente en julio de 1988. La clasificación urbanística de la finca de Vaciabotas, ya se ha dicho, era de NO URBANIZABLE, ESPECIALMENTE PROTEGIDA DE INTERÉS PAISAJÍSTICO. A pesar de ello, en el Pleno de septiembre del mismo año, es decir, dos meses después de aprobado el PGOU, la coalición IU-PTE votó a favor del convenio urbanístico firmado con TRADISA, en virtud del cual se autorizada la instalación industrial de la Campa de vehículos en suelo protegido. Increíble pero cierto.
(continuará)




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