Ya nos advierte en portada el muy bien "informado" diario ultragubernamental El País confeccionado en la agrupación socialista de la calle Miguel Yuste en pleno puente de fiestas, que el gobierno de Pedro Sánchez y ERC negocian "retoques de última hora" para modificar el delito de malversación de caudales públicos. Y en páginas interiores viene a confesar que la reforma del delito de malversación librará de la cárcel a 12 cargos de ERC, para rectificar en la edición siguiente elevando el número de "beneficiados" de ERC a 37 independentistas. Y a confesión de parte relevo de pruebas. El diario El País es la voz autorizada e interesada de su amo en pleno frenesí de lavado de imagen para el control de daños electorales y, por lo mismo, es como si el amo hablara por su boca de ganso.
El delito de malversación de caudales públicos tiene una peripecia hasta su configuración agravada del actual Código Penal muy ligada a los casos de corrupción política como es lógico. Es más, si hay algún delito vinculado precisamente a la corrupción política lo es respecto del dinero público malversado, pero cuya propiedad según la clarividente Carmen Calvo, no es de nadie. Lo cual explica la razón por la que haya tanto político que meta la mano en la caja.
Y, a partir de ahora habrá más porque, obviamente, si lo hacen, ello les costará penalmente muy poco y, si el malversador es "uno de los nuestros" o de "nuestros socios de gobierno", siempre quedará el indulto. Y si no que se lo pregunten a Griñán en el caso de los ERES de Andalucía. Quien, por cierto, aún no ha ingresado en la cárcel porque está a la espera de su indulto gubernamental también.
Por lo demás, malversar caudales públicos, es decir, de todos los ciudadanos y singularmente de los contribuyentes, va a resultarles gratis total a esta manga de delincuentes sediciosos porque el principio retroactivo de las penas menos gravosas alcanza a convictos ya condenados incluso. Como por cierto queda demostrado con la revisión de penas de los violadores y demás abusadores sexuales beneficiados por la famosa ley del "solo sí es sí".
NEGOCIAR LAS PENAS CON LOS DELICUENTES O EL DERECHO PENAL DE AUTOR
La degeneración de nuestro Estado de derecho y con él de nuestra democracia, alcanza su grado más impresentable en este inconcebible estado en que ha convertido la política nacional el sanchismo venal. Un barrizal del que no saldremos indemnes a buen seguro, porque en la Moncloa pervive un personaje cuyo credo político es que le quiten lo bailado.
¿Se imaginan ustedes que el gobierno o los grupos parlamentarios se sentaran con los violadores para adaptar sus delitos de violación o estupro al Código Penal, con la finalidad de obtener la impunidad de sus fechorías? ¿O con los terroristas para obtener la eliminación de sus penas o directamente la cancelación de sus crímenes rebajando las penas o creando figuras penales nuevas? Pues esto es lo que está sucediendo entre el PSOE los sediciosos y malversadores convictos.
Primero los indultaron mediante una prerrogativa real del antiguo régimen, al que no hacen ascos cuando el uso de esa controvertida medida tan antigua como arbitraria en manos del ejecutivo, sirve para sacar a sus socios en bloque de la cárcel. Cuando no es directamente aplicada para indultar a los propios como puede ser el caso de Griñán.
Y ahora ya estamos en la segunda fase cual es la supresión del delito de sedición que, directamente, puede beneficiar tanto al huido Puigdemont como a otros fugados de la justicia española, y brindarles así la posibilidad de presentarse de nuevo a las próximas elecciones.
Y ya solo queda finalmente la desfiguración del delito de malversación a la medida de las penas que le esperarían a más de treinta cargos de ERC que evitarán así el cárcel, y sobre todo a los ya condenados que también verán suprimida las penas accesorias de inhabilitación que es de lo que se trata y lo que, finalmente, les impedía presentarse de nuevo.
¿Hay alguna forma más bananera de degeneración política y de ausencia total de moral, que este permanente estado prevaricador en que estamos sumidos por mor de unos acuerdos espurios del gobierno sanchista con los delincuentes sediciosos que aseguran que volverán a hacerlo?
Esto es lo que se conoce en el argot judicial como el derecho penal de autor. Una aberrante concepción del derecho penal armado inicialmente por los nazis tras su acceso al poder, y emulado luego por regímenes autoritarios (véase Venezuela o Cuba por poner algunos ejemplos), que la doctrina más solvente y exigente de la filosofía del derecho o del derecho político, califica como totalmente contraria al principio de legalidad y de seguridad jurídica. Sobre todo cuando eso se hace, además, haciendo añicos el contrato electoral con los votantes como sucede con el caso del PSOE. Y esto se hará en el Congreso votando los partidos de los sediciosos esta reforma del Código Penal para obtener su propia impunidad.
El formidable ataque al principio de legalidad que el gobierno perpetra en connivencia con los delincuentes sediciosos, subvierte los principios jurídicos democráticos hasta el extremo de convertirlos en verdaderos trajes a medida de unos delincuentes malversadores que metieron la mano en la caja para, precisamente, atacar directamente el orden constitucional. Y a quienes alcanzará así la impunidad más absoluta que les brinda el bloque gubernamental y que raya la traición.
Las enmiendas de los diputados del huido Puigdemont van más lejos y quieren que no exista delito de malversación cuando el dinero malversado lo sea para ser entregado a un partido político o cumpla con el programa electoral. Algo parecido a una suerte de malversación "patriótica", cuyo pervivencia, paradojas de la vida política, en nuestro Código Penal ya tuvo su vigencia durante la dictadura de Franco entre 1944 y 1973.
MALVERSADORES DEL MUNDO, UNÍOS Y DOMICILIAROS EN ESPAÑA, PORQUE DESDE AHORA ESTE ES EL REINO DE LA IMPUNIDAD
Los ciudadanos (y el propio Estado) estamos desarmados frente a estos desmanes antidemocráticos pues queda todo en las manos cómplices de los confiados votantes del PSOE. Quienes, ingenuos ellos, entregaron su mandato confiados en el contenido de su programa electoral y de las falsas promesas de un aspirante a presidente probadamente inescrupuloso. Le dieron pues su voto en la confianza de que, como no iba en el programa electoral, Sánchez no iba a traicionar su propio mandato.
Ignoran cánidamente (o tal vez no) no obstante el récord de traiciones a sus propias promesas o palabras como nunca otro presidente ha osado exhibir en nuestra historia reciente. De ahí que sea necesario en estos gravísimos momentos de nuestra democracia que, desde todos los ámbitos cívicos, se haga un llamamiento para denunciar esta gravísima afrenta que se proponen llevar a cabo desde el bloque gubernamental, causando un formidable quebranto al estado democrático de derecho (ya veremos en el futuro si incluso a la convivencia pacífica cuando vuelvan a hacerlo), y que, inevitablemente, degenerará en futuras asonadas desde el Parlament y el gobierno de ERC. Pero reservadas, eso sí, para cuando el PP vuelva al gobierno porque Sánchez y el PSOE, están comprando tiempo y blindajes para los ataques al menos mientras ellos gobiernen.
Aunque eso sea a costa de envalentonar más con la impunidad conseguida, a quienes buscan romper la unidad territorial de España pero bajo el compromiso tácito y secreto de no hacerlo al menos mientras el PSOE de Sánchez esté en el poder. Y todo ello, además, actuando como muñidor de ese pacto no escrito al PSC, verdadero beneficiario (en todos los sentidos) de esta endiablada encrucijada en la que nos encontramos.
EL NUEVO DELITO DE MALVERSACIÓN O DE PECULIO Y EL CASO PLAZA DE ESPAÑA
El nuevo delito del malversación tal y como lo van a dejar tras la "negociación" del gobierno con ERC a cambio del apoyo a los Presupuestos 2023, no solo va a rebajar las penas sino que, sobre todo, va a despenalizar las conductas de quienes, habiendo intervenido como autores o coautores en la malversación, sin embargo no hayan incurrido en desvío de dinero a sus propios bolsillos. Es decir, para quienes, siendo los guardianes de la caja de caudales, permitan sin embargo que otros se apropien de dinero público pero no hayan incurrido en su propio beneficio del peculado aunque hayan permitido sin embargo que otros lo hagan.
Los delitos de malversación viene equiparado en el Convenio contra la corrupción de la ONU suscrito por nuestro país en el año 2006, con un vocablo curioso muy utilizado en hispanoamérica y también en nuestros códigos penales más antiguos: el peculado.
La etimología de esta palabra resulta muy curiosa y esclarecedora pues se remonta a nada menos que al derecho romano de la vieja concepción de que el patrimonio o el pecunio del Estado, era sagrado. Por lo que su hurto era un delito capital al que se le denominó peculatus. De forma que ha quedado configurado en la doctrina penalista el peculatus como el delito que comete el funcionario público con el dinero del Estado o del municipio que administra, pero del que se apropia o permite que otros lo hagan o simplemente es desviado para otros fines distintos.
Pues bien, como consecuencia de diferentes escándalos habidos en todos los ámbitos de la vida pública, relacionados todos ellos con los desvíos a bolsillos privados de los caudales públicos, y comprobado además que eso se podía hacer incluso desde empresas públicas o semipúblicas (caso del alcalde Pacheco de Jerez quien se hubiera librado de la cárcel con la nueva redacción del delito del malversación que negocian gobierno y ERC), el Tribunal Supremo decidió aplicar también el delito de malversación a quienes malversaran caudales de las empresas mercantiles públicas.
De forma tal que ante la existencia de dudas y de resoluciones judiciales contradictorias del Tribunal Supremo, en un pleno de la sala de lo penal del año 2010 se concluyó por unanimidad que cometían también delito de malversación de caudales públicos quienes desviaban dinero público utilizando empresas mercantiles públicas o semipúblicas.
Considera así el Alto Tribunal que incurre en la misma conducta penal quien administra caudales públicos de una administración pública (caso por ejemplo de los alcaldes), que quien lo hace como administrador de una sociedad mercantil pública o semipública.
En el juzgado nº 1 de Coslada se sigue una causa penal contra varios antiguos cargos municipales como el alcalde Setién y otros, a los que se les imputan presuntos delitos de malversación de caudales públicos precisamente. Según varias resoluciones judiciales y acusaciones particulares, se habrían producido desvíos en la gestión de la sociedad PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL en un importe aproximado de unos 17 millones de euros. Razón por la cual algunas acusaciones piden penas de prisión para los imputados que, con la actual redacción del delito de malversación, en ningún caso bajará de al menos cuatro años de prisión además de las accesorias de inhabilitación para ejercicio de cargos públicos por quince años.
Ahora bien, si el delito de malversación queda finalmente aprobado por el Congreso tal y como nos van anunciando los medios ultragubernamentales inmersos en el proceso de control de daños, todos los cargos públicos del caso plaza de España quedarían exonerados del tipo penal más grave, para quedar reducido a un simple presunto delito de administración desleal o, en su caso, de apropiación indebida que, obviamente, contiene penas de prisión mucho más benévolas.
Así pues, más de media docena de ex cargos municipales de IU y PSOE de la etapa de 2007 a 2011 imputados en esta causa, se verían beneficiados también de esta modificación del delito de malversación.
SÁNCHEZ EXPULSA AL HISTÓRICO SOCIALISTA LEGUINA DEL PSOE
(O LA PURGA ESTALINISTA DE LA DISIDENCIA DEL SANCHISMO)
***
Ya en su primera etapa como secretario general (mejor sería decir general secretario) defenestró a quien era secretario general del PSM en Madrid Tomás Gómez y con él a toda la ejecutiva y a su Comité Regional en pleno. Algo que nunca había sucedido antes en la Federación Madrileña, salvo durante la guerra civil.
Ahora, utilizando como pretexto un acto programado en una Fundación de la que es presidente el también histórico socialista Nicolás Redondo Terreros y de la que forma parte Joaquín Leguina también, invitaron en plena campaña electoral de 2021 entre otros políticos de todo el arco, a Isabel Ayuso a conocer la Fundación. Ahora, tas varios meses del expediente abierto lo han expulsado porque, según dicen, entonces pidió el voto para ella en la última campaña electoral.
Sin embargo, lo que el inconmensurable ego de Pedro Sánchez no le perdona a Leguina, (acostumbrado como está a ladrillos hagiográficos hacia su persona) es que escribiera esta certera biografía política del sujeto. En el libro de arriba publicado por Espasa hace un par de años más o menos, describe con plausible disección la descomunal ambición de un personaje cuyo bagaje político (y experiencia) sin embargo caben en un dedal.
Leguina tiene publicados numerosos libros de ensayo e incluso éxitos de novelas llevadas al cine algunas de ellas. También numerosos artículos en revistas izquierdistas de su época, desde los que llegó a exigir con impaciencia juvenil la toma del palacio de invierno y otras revoluciones más o menos urgentes. Pero su biografía política no pasa precisamente por las medias tintas contra los sátrapas de un signo u otro.
Era (y sin duda aún lo es) un militante de izquierdas y, con su devenir y experiencias de gobierno al frente primero de una concejalía del Ayuntamiento de Madrid (donde por cierto coincidió durante algún breve periodo como el ex alcalde Setién aunque este militando en el PCE), y luego ya como primer presidente de la Comunidad de Madrid cuyo mandato renovó varias veces. Y por lo mismo un madurado y experimentado analista político del que el PSOE no solo no debería desprenderse y muchos menos desaprovechar. Entre otras razones, porque cabezas como la suya escasean en ese partido e incluso en la izquierda española no infantilizada. Pero, sobre todo, porque es un patriota militante de izquierdas con la cabeza bien amueblada, autoexigente, tenaz y sobre todo intelectualmente honesto y bien preparado. Todo de lo que sin duda carece nuestro sedicente presidente constitucional Sánchez.
También militó desde muy joven en la oposición antrifranquista junto con otros muchos compañeros que luego recalarían en el PSOE como él mismo, como fue el revolucionario Frente de Liberación Popular más conocido como el FELIPE. También vivió la experiencia del bombardeo del palacio de la Moneda en Chile por el golpista Pinochet en 1973, donde se encontraba trabajando para la ONU.
Hombre cultivado y con buena solvencia intelectual, no es la primera vez que utiliza el genero del ensayo para ajustar cuentas internas en el PSOE con sus viejas enemigas; ya sean estos los guerristas o los conocidos como "los balbases", corriente interna conocida como Renovadores por la base, y cuya acción política interna consistía básicamente en subastar sus votos al mejor postor como el propio Leguina sufrió en sus carnes. Corriente en la que, por cierto, militó el propio Pedro Sánchez.
Con este opúsculo editado en 1994 por Plaza & Janés, Leguina ajustaba cuentas con los otrora poderosa familia de los guerristas entre otras cosas. Y, al mismo tiempo, pergeñaba una serie de cambios en el funcionamiento interno del PSOE postulando la elección de sus líderes mediante el procedimiento de primarias. Algo de lo que, a buen seguro y tras los resultados posteriores el último de los cuales es el caso de Pedro Sánchez, ya habrá renegado.
También formulaba en este libro que toma el título de un poema de Cernuda, una serie de propuestas ideológicas nada despreciables pero cuyo sustrato intelectual bebe de las fuentes de los mejores socialdemócratas como el alemán y militante del SPD Eduard Bernstein por poner algún ejemplo.
Desde luego, Leguina no es precisamente un iletrado sino todo lo contrario. Algo de lo que no puede presumir precisamente Pedro Sánchez. De ahí la inevitable reflexión del Quo vadis PSOE... ? que interpela a esa exigua militancia que no se siente aquejada del síndrome del silencio de los corderos. Y cuya inevitable decadencia es paralela al acceso al poder de accidentalistas como Zapatero o funcionalistas logreros como Pedro Sánchez.
Triste destino le aguarda al PSOE si permite el sacrificio de personas brillantes, experimentadas y desde luego intelectualmente honestas como Joaquín Leguina, y encumbra a la gobernanza a personajes sin muchos escrúpulos como los citados. Que por no tener no tenían siquiera cuando accedieron al cargo de nada menos que presidente del gobierno, al menos la experiencia política de haber gobernado su pueblo, y mucho menos de haber escrito siquiera un libro de su propia mano o, incluso, su propia tesis doctoral. Así no será posible seguir mucho tiempo sin ver esta organización más pronto que tarde periclitada o colonizada por los nuevos oportunistas de los ya padecidos. Corren siniestros tiempos para nuestra democracia y para el PSOE, convertido ya desgraciadamente en un verdadero problema abrazado como está ineluctablemente al separatismo sedicioso para desgracia de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario