EL ALCALDE CORPA Y EL CONCEJAL DE HACIENDA HONTECILLAS, PRESENTARON EN RUEDA DE PRENSA LOS MÁS "SOCIALES" PRESUPUESTOS DE 2020 QUE JAMÁS HAYAN CONOCIDO LOS LUGAREÑOS Y CONVECINOS. INCAPACES DE CONTABILIZAR ADECUADAMENTE 11,2 MILLONES DE EUROS DESAPARECIDOS DESDE 2008, PRETENDEN SIN EMBARGO HACERNOS CREER QUE UNOS PRESUPUESTOS MUNICIPALES SON ALGO PARECIDO A UN EFECTO PLACEBO QUE OFRECER A LOS CONTRIBUYENTES A LA VISTA DEL DESASTRE DEL CORONAVIRUS. Y ES QUE, LEER LA MEMORIA DE ESE PROYECTO DE PRESUPUESTOS QUE NOS HA PREPARADO EL CONCEJAL DE HACIENDA, DELATA UN EMPACHO DE LECTURAS ADOLESCENTES DE PABLO COEHLO. PERO CON MUY POCA SUSTANCIA QUE HAGA DIFERENCIARLOS DE OTROS ANTERIORES INCLUIDOS LOS QUE SIN EMBARGO RECHAZARON EN EL PLENO ALLÁ POR 2018. HABLAREMOS PUES LARGO Y TENDIDO DE LOS PRESUPUESTOS 2020 EN LAS PRÓXIMAS ENTRADAS PORQUE NO TIENEN DESPERDICIO.
PREGUNTA: ¿QUIÉN FISCALIZA EL GASTO EN NUESTRO AYUNTAMIENTO?
RESPUESTA: NADIE
En el último pleno fue presentada la Cuenta General 2017 para su aprobación como por otra parte ya hemos comentado en las anteriores entradas. A esta Cuenta General 2017 que equivale a los balances contables y financieros de cualquier empresa privada, le formulamos una serie de reparos desde nuestra asociación porque, entre otras cosas, no se contabilizan desde el año 2009 11,2 millones de inversiones realizadas en la adquisición de las participaciones en la empresa mixta privada PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL.
Nuestras alegaciones quedaron en el limbo jurídico, por cuanto que TODO el pleno municipal (los veintiún concejales) se abstuvieron de votar. Es decir, como si el asunto no fuera con ellos. Lo cual da una idea del nivel de responsabilidad y compromiso que les preocupa. Nada. Ellos a lo suyo; entregados a un ejercicio onanista sin parangón en ninguna Corporación, presentando mociones y mociones exigiendo a otros, generalmente la Comunidad de Madrid, claro, que hagan tal o cual cosa a sabiendas de que ellos, concejales por encima del bien y del mal, no les corresponde pronunciarse acerca del engorroso emplazamiento que supone una denuncia en forma de alegaciones, de que en las cuentas municipales faltan nada menos que 11,2 millones de euros. Este asunto a ellos les resbala a lo que parece. Vamos, que nos les interesa. Pero ¡ay! como a algún cargo regional se le ocurra cualquier omisión o decisión que no les guste o no coincida con sus ideas políticas; mociones y mociones al canto.
En la Cuenta General 2017 aparecen una serie de partidas en el epígrafe de Contingencias por riesgos posibles a resultas de diferentes procedimientos judiciales contra el Ayuntamiento en marcha. Uno de ellos proviene precisamente de un incidente concursal ¡iniciado por el propio Ayuntamiento! Esto es lo que bien se podría llamar pegarse un tiro en el pie.
Y, como puede verse en el documento de arriba, hay una suerte de provisión por importe 11.169.925,20 € correspondientes al parecer y según reza en el citado documento, al importe del capital social de PESF participado por el Ayuntamiento pero "pendiente de desembolsar". Y claro, llegados a esto es necesario preguntarse: ¿cómo que pendientes de desembolsar? Pero, ¿quién fiscaliza las cuentas en nuestro Ayuntamiento? ¿cómo es posible que a estas alturas aparezca consignado ese importe que se corresponde con las participaciones societarias del Ayuntamiento en la mercantil PESF, como "pendiente de desembolsar"?
Vamos a ver que lo que en ese epígrafe de la Cuenta General de 2017 se recoge como un riesgo por un importe "pendiente de desembolsar", en realidad proviene de otras circunstancias que nos permite adentrarnos en la tenebrosa realidad de la gestión municipal, de antes y de ahora: que nadie fiscaliza el gasto en esta Corporación. Veamos.
Con fecha 9 de julio de 2008 se celebró la Junta fundadora para la constitución de la sociedad mercantil mixta PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL. Como puede verse arriba, el Ayuntamiento suscribió un total de 13.624 participaciones por importe de 9.175.996,80 €. Y en pago de esas participaciones valoradas cada una de ellas en 701,10 €, el Ayuntamiento aportó en dicho acto (y por lo tanto desembolsó), los siguientes bienes según literalmente se dice en el protocolo notarial: i) el resto del aprovechamiento, ii) la urbanización, iii) la concesión para la urbanización, iv) y una finca urbana "de su propiedad" de 10.962 m2 de uso público. Es decir, la plaza de España.
Por otra parte, en enero de 2009 de nuevo en Junta de Partícipes, se procedió a una ampliación de capital de PESF, de la cual el Ayuntamiento suscribió 2.844 participaciones nuevas por importe de 1.993.928,40 €, totalmente desembolsadas. Y para cuyo pago el Ayuntamiento aportó a la sociedad: i) de nuevo la urbanización, ii) la cesión del 10 % de aprovechamiento, iii) y el resto del aprovechamiento de la unidad subterránea que asciende - siempre según la escritura - a 8.266 m2.
Con esta ampliación de capital, la participación del Ayuntamiento en la sociedad era de 11.169.925,20 €. Es decir, el importe que en la Cuenta General 2017 se consigna como un "riesgo" en la contabilidad (y sus arcas) municipal, a pesar de la evidencia de que el Ayuntamiento realizó íntegramente el desembolso de todos esos bienes de "su propiedad" según se desprende de las escrituras públicas.
Y para mayor seguridad, el señor notario que interviene y autoriza las escrituras, nos asegura que el entonces alcalde Setién estaba autorizado por el pleno municipal para realizar dichas operaciones, como - siempre según el señor notario - lo acreditaría nada menos que un certificado expedido por el señor Secretario General Municpal de fecha 28 de mayo de 2008.
Y, a la vista de todo lo anterior podrían realizarse varias inquietantes preguntas, pero, de momento, haremos al menos una muy importante: ¿quién miente aquí? El señor notario que autorizó las escrituras de la sociedad mercantil que afirma en ellas que el Ayuntamiento realizó plenamente el desembolso para el pago de las particiapciones, o el alcalde Corpa que ahora rinde una Cuenta General de 2017 donde afirma por el contrario, que esos importes no están desembolsados por el Ayuntamiento, y eso hay que consignarlo y provisionarlo como un "riesgo" previsible.
O también cabe preguntarse: si el propio señor Secretario General Municipal, certificó el día 28 de mayo de 2008 que el señor alcalde estaba autorizado por el pleno para realizar las aportaciones no dinerarias al capital social de PESF, tanto en su constitución como luego en su ampliación de capital, ¿cómo es posible que todos esos importes y bienes que salieron entonces del patrimonio municipal con autorización del pleno según su propio certificado protocolizado y adverado por el señor notario, sin embargo no aparezcan luego reflejadas como salidas de la contabilidad municipal o su contrapartida como inversiones municipales? Evidentemente, la explicación a todo esto puede estar en lo que sigue.
PERO ¿Y QUIÉN FISCALIZA A LOS FISCALIZADORES?
En el informe del señor Interventor al proyecto de Presupuestos 2020 nos advierte que, el suyo, forma parte de lo que se denomina "control interno permanente", y que, al parecer se inserta, además, en lo que llama Plan Anual de Control Financiero que a su vez le atribuye específicamente al propio Interventor la responsabilidad máxima de lo que se conoce como "control interno". Se erige así el señor Interventor en la persona responsable que tiene atribuida la facultad de fiscalizar todas las operaciones económicas que realiza el Ayuntamiento.
Por su parte, la fiscalización del gasto según la Ley de Haciendas Locales y naturalmente de las propias Bases de Ejecución del Presupuesto, no se circunscribe solamente a su informe anual, sino que se predica sobre todo acto administrativo que entrañe alguna obligación económica por parte del Ayuntamiento. De forma tal que el control y fiscalización del gasto que se le atribuye a la Intervención de fondos alcanza los siguientes procesos: i) La intervención crítica previa al acto o acuerdo. ii) La fiscalización de la ordenación del pago. iii) La que se corresponde con la realización del pago, iv) y finalmente, "la intervención y comprobación material de las inversiones y de la aplicación de las subvenciones.".
Nada de esto se ha cumplido en absoluto en todo lo relacionado con las inversiones en la mercantil PESF desde 2008. Ni tampoco con las subvenciones. Cabe no obstante decir que el Interventor actual tomó posesión en julio del año pasado, pero eso no le exime de su responsabilidad en relación con denuncias tan clamorosas como la falta de comprobación alguna de las inversiones en la mercantil PESF, cuya obligación de contabilizar y reflejar en los balances de la contabilidad municipal subsiste hoy día también.
LA CRUDA Y ESPANTOSA REALIDAD DE NUESTRO MUNICIPIO SEGÚN UN INFORME DE LA CÁMARA DE CUENTAS
Un informe emitido por la Cámara de Cuentas en 2019, respecto de una campaña realizada a lo largo del ejercicio de 2016, revela el desastroso caos que vive nuestra Corporación en materia de control interno del gasto por parte de la Intervención de fondos.
Así, como puede comprobarse por el cuadro de arriba, de entre un total de los 30 municipios del área metropolitana y por lo tanto de los más grandes, el Ayuntamiento de San Fernando de Henares no remite contestación alguna a la Cámara de Cuentas acerca de la existencia de fiscalización interna y demás controles. Y no sólo es que no consigan aprobar las Cuentas ejercicio tras ejercicio, es que tampoco contestan a la Cámara de Cuentas cuando ésta les requiere sus informes.
No obstante lo cual, cuando la Cámara de Cuentas pide al Ayuntamiento que le informe del número de personas que tiene atribuidas esas responsabilidades de fiscalización y control del gasto y demás operaciones económicas, el Ayuntamiento confiesa que eso lo hace una sola persona.
Asímismo, cuando el Ayuntamiento es requerido por la Cámara de Cuentas acerca del número de informes fiscalizadores realizados previamente a la autorización del gasto, así como cuántos de esos informes lo fueron con reparos, se revela que el Ayuntamiento de San Fernando de Henares es el único que no registró un solo informe fiscalizador previo a lo largo del ejercicio de 2016.
El informe se extiende al respecto sobre la particular situación del Ayuntamiento de San Fernando de Henares.
Para concluir: i) la Intervención del Ayuntamiento de San Fernando de Henares no realiza comprobación alguna de los actos sujetos a informe previo limitado. ii) tampoco ha realizado nunca informes posteriores que recojan el resultado de esas fiscalizaciones.
El Ayuntamiento de San Fernando de Henares no tiene registro alguno del número de informes de fiscalización previa de todos los pagos que se han hecho.
Se afirma también que, de la información suministrada por el Ayuntamiento a la Cámara de Cuentas, entre 2014 y 2016 hubo 9 cambios de titulares de Intervención de los cuales, 8 de ellos, se produjeron sólo en 2016. Estas personas que ejercieron las funciones de Intervención lo fueron mediante nombramientos accidentales, sin que por su parte el Ayuntamiento suministre tampoco información alguna acerca de las cualificaciones profesionales de esas personas. Tampoco hay en el Área Presupuestaria una sola Unidad con funciones de fiscalización previa.
También afirma la Cámara de Cuentas en su demoledor informe sobre el funcionamiento de la Intervención de fondos del Ayuntamiento de San Fernando de Henares, que no remite la información que se le requiere por el órgano de la Comunidad de Madrid que tiene a su cargo la función de fiscalizar los gastos de la Corporación cual es la propia Cámara de Cuentas, y a lo que viene obligado de acuerdo con las disposiciones vigentes. Es decir, el organismo que tiene por función, entre otras, la fiscalización de los fiscalizadores, en el caso de nuestro municipio no es posible hacerlo simplemente porque no le envían la documentación a que viene obligada. Tan sencillo como eso.
LA NECESARIA INTERVENCIÓN DEL TRIBUNAL DE CUENTAS
Nos proponemos recopilar y acopiar el mayor número posible de acuerdos y actos que denunciar al Tribunal de Cuentas, como es el caso, por ejemplo, de lo sucedido en el último pleno respecto de la Cuenta General de 2017. Y es que, a la vista de lo que se indica en el informe de la Cámara de Cuentas aprobado por el pleno en 2019, la situación del Ayuntamiento de San Fernando de Henares respecto de las tareas y funciones de fiscalización del gasto es escandalosa e inquietante.
Que del patrimonio municipal hayan salido bienes, según unas escrituras notariales de 2008 y 2009, por importe de 11,2 millones de euros, y en la contabilidad oficial no figure absolutamente nada relativo a la salida de esos bienes y tampoco nada del importe de esas supuestas inversiones, es algo que no puede ser ocultado durante más tiempo. Y mucho más tras lo acontecido en el pleno de 7 de mayo, donde los veintiún concejales se abstuvieron como si con ellos no fuera nada, o viendo cómo el Interventor de fondos se lava las manos y se parapeta tras calculados y abstrusos informes para no decir nada tampoco, como si eso no fuera con él.
CÓMO DESAPARECIERON 900.000 € ANTE LAS NARICES DEL INTERVENTOR
En el año 2008, inmediatamente después de quedar constituida la sociedad mercantil mixta PESF, salió una carta invitando a una mercantil ligada a Comisiones Obreras y sus cooperativas de viviendas, con objeto de contratarla para la realización de una serie de estudios que nada tenían que ver con el objeto de la sociedad.
Simultáneamente, desde la entonces Área de Política Territorial cuyo titular era también el consejero delegado de la sociedad mixta, se tramitó un expediente de modificación de crédito para cambiar el objeto de una partida adscrita a su departamento que tenía por destino la urbanización de la plaza de España. Esa partida era de 900.000 € y el cambio pasó a ser de inversiones a Transferencias de capital a empresas privadas.
Finalmente, con fecha octubre de 2009, fueron transferidos nada menos que esos 900.000 € por el entonces alcalde a la empresa privada PESF de la que él mismo era su presidente, y su consejero delegado el entonces concejal de urbanismo. Ese dinero entró en la caja de la sociedad mixta privada y fue contabilizado inicialmente como un "préstamo del Ayuntamiento " a la sociedad. A partir de ese momento, el Ayuntamiento le perdió toda pista y control a ese formidable importe de 900.000 € que salieron de las arcas municipales, y que acabaron en la cuenta de una empresa privada, mixta pero privada, y cuya disposición de fondos recaía en una sola persona: su consejero delegado. Y de ahí se diluyó y desvió a bolsillos privados.
Y es que, con el paraguas de ese dinero público absolutamente incontrolado, se formalizaron varios contratos. Desde la empresa vinculada a Comisiones Obreras al pago de 4.000 euros mensuales a une ex empleada municipal con la misión, al parecer, de hacer no se sabe bien qué trabajos relacionados con el Museo de la Ciudad. El resultado final es que todo el dinero acabó desapareciendo en el marasmo de la gestión de la sociedad mixta PESF hoy en concurso y en liquidación.
Cabe de nuevo escandalizarse por lo fácil que viene resultando hacer desaparecer nada menos que casi un millón de euros de las arcas municipales, mediante la simple transferencia a una empresa privada cuyos fondos controla una sola persona. Y sin embargo nadie, absolutamente ninguno de los diferentes interventores que han pasado por el Ayuntamiento desde entonces incluido el actual, haya tomado una sola iniciativa para tratar de recuperar ese dinero. Y mucho menos de denunciar a los responsables de que todo ese voluminoso importe haya desaparecido como por ensalmo de las arcas municipales, sin que nadie haya preguntado nada y tampoco figure en los balances contables municipales en forma de importe defraudado.
Por no hablar de los políticos, esta pléyade de concejales genios que conforman nuestra Corporación, dispuestos siempre a reclamar a todo el mundo cualquier exigencia que se les ocurra, pero que cierran cínicamente los ojos cuando de preguntarse qué ha pasado con esos 900.000 euros se trata.
Y eso vale obviamente también para el actual flamante equipo de gobierno, que ha decidido al parecer y sobre todos estos y otros escándalos, no ya no mirar para atrás, sino mirar para otro lado que es peor. En un gesto que, cuando menos, los hace cómplices. Por eso es necesario que intervenga ya y a saco el Tribunal de Cuentas en este Ayuntamiento, porque resulta insoportable tanta colusión cómplice con un estado de cosas que no ha de tolerarse más.
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