HAY UN ELEFANTE EN EL AYUNTAMIENTO
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Los británicos tiene una expresión metafórica para definir muy bien el estado de cosas que se viene sucediendo en nuestro Ayuntamiento mandato tras mandato. Es la conocida como "elephant in the room" ("elefante en la habitación"). Y se utiliza para designar a ese grupo de personas que forman parte de un estamento grupal o familiar que, de forma consciente y deliberada, ignoran que en la habitación donde se reúnen hay un elefante conviviendo con ellos. Eso es, un gran paquidermo cohabita y regularmente comparte mesa y espacio con ellos, pero todos han decidido ignorarlo porque tomar decisiones para sacarlo de allí entraña riesgo y sacrificios que no están dispuestos a asumir. De modo que lo mejor es ignorarlo y dejar que transcurra el tiempo.
Ciertamente, no hay metáfora mejor para expresar lo que ocurre ahora mismo en nuestro Ayuntamiento. Porque todos, absolutamente todos los corporativos incluido obviamente el alcalde (este incluso mejor que nadie), saben perfectamente que hay un gran elefante instalado en las dependencias municipales desde hace varios años, y que convive a sus anchas con todos ellos en despachos, salones de reuniones y plenos. Vamos, que forma parte ya del paisaje de la casa consistorial; pero nadie, absolutamente nadie, quiere hablar de él porque tienen pavor a hacerlo y, en realidad, no saben exactamente como tratarlo.
Esta es la situación mandato tras mandato y equipo de gobierno tras equipo de gobierno. Da exactamente igual el partido que acceda al gobierno: el elefante sigue ahí presente, pero con la esperanza de que, camuflado con el paisaje, los ciudadanos nos contagiemos también de la misma sugestión y por lo tanto hagamos lo mismo, ignorar la inmensa mole de un paquidermo como si pudiera pasar inadvertido.
LOS MISMOS VICIOS PERO CON DISTINTOS COLLARES
El primer introductor del gigantesco elefante en las dependencias municipales resultó ser el alcalde SETIÉN, quien, allá por julio de 2008, se plantó ante el notario y dispuso, sin autorización alguna de nadie, que el Ayuntamiento adquiría unas participaciones sociales de una sociedad mixta privada que luego denominaron PLAZA DE ESPAÑA SAN FERNANDO SL, por importe de 9.175.996,80 € (nada menos que para suscribir 13.088 participaciones). Totalmente desembolsado en forma de una plaza pública, una concesión que no existía, una urbanización que tampoco existía, así como unas unidades de aprovechamiento que sin embargo nunca habían entrado en el patrimonio municipal. Es decir, el entonces alcalde SETIÉN procedió, sin autorización del pleno, a desembolsar íntegramente y en el acto bienes municipales inalienables o ficticios por importe de nada menos que 9,2 millones de euros.
Poco tiempo después, en enero de 2009, procedió de la misma forma solo que ahora por importe de 1.993.928,40 € también totalmente desembolsado, para suscribir 2.844 nuevas participaciones de la misma sociedad mercantil mixta privada a resultas de una ampliación de capital. En total y después de la ampliación de enero de 2009, el Ayuntamiento había hecho un desembolso de 11.169.925,20 € para adquirir 15.932 participaciones societarias de una sociedad mercantil privada, y así figura en escrituras notariales y en el Registro Mercantil.
El problema es que esta formidable inversión de 11,2 millones de euros nunca fue contabilizada ni registrada en la contabilidad oficial municipal. ¿Cómo es posible pues que desde el año 2009, un desembolso hecho por el Ayuntamiento por casi un tercio de su presupuesto ordinario, no haya sido contabilizado nunca en la contabilidad oficial de la Corporación? O dicho de otra manera, cómo han conseguido camuflar tan extraordinaria inversión municipal en los estados contables y financieros municipales. Pues muy sencillo, haciendo todos como que no ven al elefante. He aquí la explicación. De esta forma, el entonces alcalde SETIÉN fue quien introdujo en el Ayuntamiento el famoso paquidermo y, de paso, la técnica para camuflar su presencia en las dependencias municipales: simplemente ignorarlo. Como si eso fuera posible.
Dimitido o cesado el alcalde SETIÉN en marzo de 2013, le sucedió el alcalde Ángel MORENO, quien al fin y al cabo fue el primero que hubo de hacerle frente al asunto en forma de expedientes de las sucesivas Cuentas Generales de 2012, 2013 y 2014, pues así fue advertido por nuestra asociación de la falta de contabilización de nada menos que esos 11,2 millones de euros desembolsados, mediante la presentación de las correspondientes alegaciones a esas Cuentas Generales.
Pero el alcalde MORENO le pasó la patata caliente al entonces Interventor encargado precisamente de velar por la limpieza de la contabilidad municipal. Y el Interventor, que no había caído en la cuenta precisamente de ese formidable desembolso y ante el asombro de todos, decidió echarle el muerto al Ministerio de Hacienda, elevando una consulta al organismo de la Intervención General del Estado. Con objeto de que fuera este órgano directivo quien le dijera al Ayuntamiento cómo debían contabilizar esta formidable inversión de nada menos que 11,2 millones de euros que, sin embargo, se les había olvidado contabilizar y no sabían como hacerlo.
El texto de la consulta firmada y elevada por el Interventor contenía tal grado distorsiones y mixtificaciones, que más bien parecía que la falta de la contabilización se debía más a una azarosa suerte de equívocos inducidos por las normas contables, que a un imperdonable olvido por no decir claramente de una clamorosa falta de diligencia.
Y tal fue el escándalo, que los entonces dos grupos de la oposición, PSOE y PP, decidieron presentar una moción conjunta (es posible que se trate de la primera y única) reprobando al Interventor y pidiendo al alcalde que, además de rechazar aquella vergonzosa iniciativa suya, procediera a abrir unas "Diligencias Previas" (sic de la moción) contra el habilitado nacional por su torpe escrito al Ministerio de Hacienda.
De forma incluso que, dado que su presencia en el Pleno es obligada, el Interventor tuvo que sufrir la afrenta pública y el reproche de los portavoces municipales de ambos grupos, y en nombre del PSOE quien lo hizo con intervenciones muy duras fue, precisamente, el actual alcalde CORPA. Para ver y escuchar sus intervenciones en la defensa de la moción que presentaron con el PP, sugerimos ver y escuchar los vídeos que se acompañan en el lateral del blog porque no tienen desperdicio.
El resultado final no obstante fue el mismo que con SETIÉN: ignorar al elefante y remitir las cuentas y sus balances al Ministerio sin aprobar pero también sin tener contabilizados los 11,2 millones de euros de la participación municipal en la sociedad mercantil mixta PESF. Esto sucedía en el año 2014. Es decir, habían transcurrido ya cinco años desde el desembolso de todo ese dinero y sin embargo seguía sin estar contabilizado en la contabilidad oficial.
Se celebraron elecciones municipales en el año 2015 y le tocó el turno ahora a la alcaldesa CATALINA RODRÍGUEZ, perteneciente al partido SAN FERNANDO DE HENARES SÍ PUEDE, algo así como el trasunto de PODEMOS a nivel local. Lo cierto es que, no sin retraso y dificultad, el equipo de la alcaldesa CATALINA no consiguió aprobar más que un solo presupuesto en todo su mandato, el de 2016. Y ello a pesar del rechazo del pleno. De forma que tuvo que hacerlo ya en el mes de mayo de 2016 pero por la Junta de Gobierno Local.
El equipo de gobierno de SFHSP tuvo que someter también a aprobación las Cuentas Generales con mucho retraso de 2014, 2015 y 2016. Todas ellas sufren de la misma grave omisión: no tienen contabilizado ni recogido importe alguno del desembolso de los 11,2 millones de euros que el alcalde SETIÉN, en nombre del Ayuntamiento, realizó en el año 2008.
Y, con la misma insistencia, nuestra asociación presentó las correspondientes alegaciones pero con el mismo resultado: su desestimación de nuevo y ahora por otro equipo de gobierno. Así pues, también la alcaldesa Catalina, que como alcaldesa que era tenía la responsabilidad de presentar las cuentas, adoptó la misma postura que sus antecesores: la del avestruz. Simulando que no se daban por enterados ni ella ni su equipo de gobierno, de que en su despacho había un gigantesco elefante. Ni en esto ni en otras muchas cuestiones de su lamentable gestión, fueron muy diferentes estos nuevos gobernantes que venían a regenerar radicalmente la cosa, pero acabaron por utilizar las mismas malas artes que los anteriores incluida la simulación de una contabilidad municipal con múltiples agujeros y ocultaciones.
Y en esto llegó el alcalde CORPA de la mano del pacto con Ciudadanos en 2019, cuyo portavoz, además, resulta ser el actual Concejal de Hacienda.
No puede alegar el alcalde CORPA que desconoce la existencia del este elefante, él, precisamente, no. Y que ocupa casi la mitad de su despacho, ya que fue él mismo quien lo denunciaba ante el entonces alcalde Moreno en el tormentoso pleno de 20 de marzo de 2014 (ver los vídeos del lateral).
Sin embargo, he aquí que el pasado mes de enero era presentada debidamente informada por la Comisión de Cuentas, la Cuenta General perteneciente al ejercicio de 2017 (al Ayuntamiento de San Fernando de Henares le cabe el honor de ser el único que no ha presentado las cuentas de 2017 de toda la Comunidad de Madrid), que, regularmente, deberían de haber sido presentadas y rendidas antes de octubre de 2018. Y estas cuentas de 2017 que se corresponden con la etapa de SFHSP, es rendida ahora sin embargo por el alcalde CORPA porque así lo dispone la ley. Es decir, el actual alcalde CORPA se presta ahora a blanquear la gestión de PESF, pues es él quien rinde la Cuenta General de 2017 y por lo tanto es el responsable también de su veracidad y fiabilidad.
Pues bien, siguiendo la misma pauta de los casos anteriores y examinada la Cuenta General de 2017 rendida por el alcalde CORPA, nos encontramos con que, al igual que las anteriores, sigue si contabilizarse el importe de los 11,2 millones de euros correspondientes a los desembolsos por la suscripción de las participaciones societarias de PESF. Es decir, la Cuenta General de 2017 incurre en exactamente los mismo vicios de inadmisible omisión que el propio alcalde CORPA ya denunciara en el año 2014 (ver de nuevo los vídeos). Solo ha cambiado una cosa: entonces estaba en la oposición y ahora es él el alcalde, es decir, es él quien rinde las cuentas. ¿A sabiendas de que no reflejan la imagen fiel de la situación patrimonial?
El pasado viernes día 30 se celebró la Comisión Especial de Cuentas, con objeto de aprobar la Cuenta General de 2017 previa desestimación también de nuestras alegaciones. Es decir, la misma actitud en el actual equipo de gobierno: ignorar la existencia del elefante que cada mandato que pasa es más grande.
LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITÁN
La Cuenta General de 2017 viene acompañada del preceptivo informe del actual Interventor ya titular del Ayuntamiento. Y, sorprendentemente, afirma sin ruborizarse que la Cuenta General de 2017 representa la imagen fiel de la situación financiera y patrimonial de la Corporación. A sabiendas de que en los balances no se contabilizan los 11,2 millones de euros de la participación societaria en PESF, o de que no hay inventario del Patrimonio Municipal de Suelo, ni inventario municipal desde 1993, ni han sido dados de baja créditos desde la misma fecha por importe de 7,6 millones de euros, etc. Ver el informe referido en sus conclusiones porque es para frotarse los ojos.
Sería oportuno preguntar ahora al alcalde CORPA (y de paso a su concejal de hacienda que algo tendrá que ver en la presentación de estas cuentas aunque las firme el alcalde), si no se da exactamente la misma situación que cuando en el año 2014 acusaba públicamente al entonces Interventor en el pleno de 20 de marzo de 2014, de intentar blanquear una contabilidad municipal infumable que omitía la contabilizaciones millonarias de inversiones municipales en la mercantil PESF.
Y es que, ciertamente, cabe preguntarse: ¿qué razón le induce ahora a ignorar de nuevo este ya indisimulable elefante que hay en su despacho, pero siendo usted ahora quien firma y rinde esta impresentable Cuenta General de 2017, que ninguna novedad incorpora al respecto? ¿Acaso no sucede ahora lo mismo que en 2014 cuando su grupo y el del PP firmaron una moción reprobando públicamente al Interventor de entonces, precisamente porque no había contabilizado esos 11,2 millones de euros?
El alcalde CORPA ha decidido, siguiendo la misma pauta que sus antecesores, ignorar la existencia del elefante en las dependencias municipales en forma de omisión en su contabilidad de 11,2 millones de euros, respecto de los cuales nadie quiera hablar aunque todo el mundo sabe que existe. De forma que, siguiendo exactamente la misma senda que los anteriores y los anteriores de los anteriores, ha apostado por poner su firma en unas cuentas que sabe perfectamente, él desde luego sí que lo sabe, son manifiestamente inexactas por omitir importes de 11,2 millones de euros en sus balances y, por lo mismo, es metafísicamente imposible que representen la imagen fiel de la situación patrimonial y financiera de la Corporación.
No ha cambiado absolutamente nada con relación a sus antecesores remontando incluso al alcalde SETIÉN. Salvo una solo cosa: ahora es usted el alcalde y por lo tanto quien rinde las cuentas y las firma. Y si en el próximo pleno se cumple el mismo dictamen que el de la Comisión de Cuentas celebrada el día 30 pasado, desestimando de nuevo nuestras alegaciones como ya hicieron sus predecesores, habrá llegado el momento de pedir cuentas a todos y que intervenga el Tribunal de Cuentas. Porque ya está bien de tomar el pelo a personal.
¿Para qué nos convocan pues ofreciendo participación en lo que no es sino, una tras otra, una tomadura de pelo al personal que se moleste en presentar alegaciones de ninguna clase?
¿Para qué nos convocan pues ofreciendo participación en lo que no es sino, una tras otra, una tomadura de pelo al personal que se moleste en presentar alegaciones de ninguna clase?
Mientras tanto, señor CORPA y señor HONTECILLAS, deberían ustedes reflexionar algo acerca de la inconcebible situación de comprobar que, pase por ahí el equipo de gobierno y el partido o partidos que pase, una cosa demuestran tener todos en común: su manifiesta incapacidad para contabilizar nada menos que 11,2 millones de euros en la contabilidad de municipal. Tan patético como cierto y lamentable.
¿Cómo puede confiarse en unos cargos públicos que pretenden hacer pasar por fiable una contabilidad municipal trucada a la que le faltan, entre otras cosas, nada menos que 11,2 millones de euros que salieron al parecer del patrimonio municipal en 2008, pero nadie quiere saber dónde están?
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